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¿A dónde van nuestros residuos?

El gran trabajo de separación de residuos que realizamos en nuestros hogares continúa posteriormente en empresas especializadas, que se encargan del tratamiento y recuperación de los diferentes materiales.

¿A dónde van nuestros residuos?

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El gran trabajo de separación de residuos que realizamos en nuestros hogares continúa posteriormente en empresas especializadas, que se encargan del tratamiento y recuperación de los diferentes materiales. En este reportaje te contamos cuál es el camino que siguen los residuos que generamos y cómo, además del beneficio medioambiental, una correcta separación y reciclaje pueden aportar beneficios económicos a la ciudad.

El modelo de gestión de residuos urbanos implantado en nuestra ciudad está basado en la recogida selectiva de cuatro fracciones principales: orgánica y resto (contenedor verde o gris); envases de plástico, latas y briks (contenedor amarillo); papel y cartón (contenedor azul); y envases de vidrio (iglú verde). Complementariamente, Rivas dispone de dos Puntos Limpios, donde los ciudadanos pueden depositar gratuitamente hasta 31 tipos de residuos que por su tamaño o peligrosidad no son admitidos en ninguno de los 4 contenedores – por ejemplo, fluorescentes, pilas, baterías, aerosoles, pinturas, disolventes, dispositivos electrónicos o maderas-.

Para que este sistema de gestión de los residuos funcione de forma eficiente, se requiere del trabajo comprometido de muchas personas y empresas:

  • -Los vecinos y vecinas de Rivas, que en sus hogares realizan día a día la separación de los residuos para depositarlos en los contenedores o llevarlos a los puntos limpios.
  • -Rivamadrid, con 28 personas trabajando en las 8 rutas de recogida de residuos que recorren la ciudad, que se suman a las destinadas específicamente a la atención en los Puntos Limpios.
  • -Las empresas gestoras de los residuos, que mediante diferentes procesos de tratamiento recuperan todos aquellos materiales que pueden ser reutilizados, convirtiéndolos nuevamente en materia prima. Los materiales que no pueden ser recuperados, son gestionados también por estas empresas de una forma segura y sostenible.

Beneficios de la separación y tratamiento de residuos

Nuestro modelo de gestión de residuos parte de una idea muy clara: la correcta separación de los residuos en nuestros hogares y su posterior tratamiento por parte de empresas especializadas tiene innegables beneficios sociales y medioambientales para los vecinos y vecinas de nuestra ciudad. Pero, además de esto, la separación de los residuos tiene un impacto real en la economía de la ciudad. Veamos por qué hacemos esta afirmación:

Empecemos por los residuos depositados en el contenedor amarillo (envases de plástico, latas y briks). Estos residuos son tratados por Ecoembes en la planta de separación y clasificación de Nueva Rendija, donde se recupera el material a través de un proceso de clasificación en sus diferentes tipologías (PEAD, PET, cartón para bebidas y alimentos -tipo BRIK, film, envases de aluminio, envases férricos, plástico mezcla). El convenio que El Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid tiene con Ecoembes establece que nuestra empresa recibe un pago por el proceso de recogida y transporte de envases en el contenedor amarillo, que en el año 2018 ascendió a 313.442 euros. La cuantía de los ingresos económicos tiene relación directa con dos aspectos: a-la cantidad de material entregado, y b-su correcta separación “en origen” (nuestros hogares).

Si depositamos en el contenedor amarillo materiales que no corresponden (impropios) nos penalizan económicamente. Los impropios más habituales en nuestra ciudad son: textiles y plásticos que no son envases.

Por el contrario, si los impropios son muy bajos nos premian, en el año 2016 tuvimos una bonificación de 30.000 euros, que se utilizaron para comprar y reponer contenedores para la ciudad.

Sigamos con el contenedor azul, el de papel y cartón. Estos residuos son tratados en la planta de almacenamiento que la empresa Cartón y Papel Reciclado, S.A. tiene en Vicálvaro. Desde allí son trasladados a la planta de clasificación de Fuenlabrada, para incorporarse al proceso productivo de la empresa iPaper para hacer nuevo papel. Al igual que con los envases, la separación del papel y el cartón también supone un ingreso para la empresa pública Rivamadrid, que en 2018 fue de 107.161 euros.

En cuanto al vidrio, su reciclaje a través del iglú verde es gestionado por ECOVIDRIO, que se encarga de la recogida y transporte hasta la planta de tratamiento, ubicada en Ajalvir, donde se clasifica el vidrio para hacer nuevos frascos y botellas. En virtud del convenio marco vigente entre Ecovidrio y el Ayuntamiento de Rivas, la gestión y tratamiento de estos residuos no tiene ningún coste ni supone tampoco ingreso alguno para la ciudad.

Producto de la separación de diferentes tipos de residuos que pudieron ser valorizados a través de gestores autorizados, Rivamadrid percibió en 2018 un total de 500.421 euros.

Los costes de las basuras

Pero no todo supone ingresos en la gestión de los residuos. Las fracciones más cuantiosas son la de Orgánica y la de Resto que por ahora se depositan juntas en el contenedor verde o gris. Estas dos fracciones acarrean un coste económico muy importante para la ciudad. Solo en el año 2018, se abonaron 905.008 euros por el tratamiento de estos residuos en la Planta de las Dehesas en el Parque Tecnológico de Valdemingómez, propiedad del Ayuntamiento de Madrid. A través de un complejo proceso de separación y clasificación de materiales reciclables y el compostaje de la materia orgánica que involucra tanto el trabajo manual como el uso de diferentes maquinarias (trómel, electroimán y un separador de corrientes inducidas), allí se consigue recuperar todo aquello que es reutilizable, para minimizar al máximo la cantidad de residuos que finalmente se depositen y entierren en el vertedero.

En este caso, la labor de separación de residuos que hacemos en nuestros hogares tiene una incidencia directa en el coste de este servicio, que se mide en toneladas de basura. Si en lugar de depositar los residuos de forma indiferenciada en el contenedor verde o gris nos tomamos el trabajo de ver cuál es su destino más adecuado conseguimos un doble efecto beneficioso para la ciudad: por un lado, evitamos echarlo en el contenedor verde o gris, lo que reduce el peso y volumen de los residuos que se tratarán en el Parque Tecnológico de Valdemingómez, disminuyendo costes; por otra parte, cuando lo depositamos en su contenedor correspondiente, amarillo o azul, los residuos cobran valor y representan un ingreso para la ciudad. En cualquier caso, es fundamental hacer una buena clasificación de los residuos, porque permite depositar cada uno en el contenedor que tiene asignado. Más allá de la repercusión económica que tenga para la ciudad, esto tiene un impacto positivo en el medioambiente.

Además de la gestión de la fracción orgánica y la fracción resto, hay otros residuos peligrosos y no peligrosos que requieren un tratamiento específico por parte de gestores autorizados. Para ello, Rivamadrid recurre a la convocatoria de procesos de licitación, que están disponibles para toda la ciudadanía en la web de la empresa. En total, actualmente hay vigentes 11 contratos de ese tipo, incluyendo el de Valdemingómez, que en 2018 sumaron un coste global de 1.040.555 euros.

Después de todo este baile de cifras debemos quedarnos con dos ideas fundamentales. La primera es que el modelo de gestión de residuos en nuestra ciudad solo puede ser exitoso si conseguimos mantener el compromiso de la ciudadanía para una separación adecuada en sus hogares. La segunda es que, si lo hacemos bien, no solo obtenemos beneficios medioambientales, sino que también estamos colaborando en la sostenibilidad económica de nuestra ciudad. En ese camino nos seguiremos encontrando.

C/ Mariano Fortuny, 2

28522 Rivas Vaciamadrid

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